domingo, 10 de abril de 2011

Luisa Brown


Camila, más conocida como La negra, y apodada espasmódica y momentáneamente Luisa Brown (Buenos Aires; 13 de noviembre de 1989) es una de las menos reconocidas músicas, compositoras y productoras del género musical que más le entre en ganas gestionar en determinado momento.
Es integrante del dúo (eventual trío) cómico Tarantinas y se desempeña cotidianamente fomentando el hedonismo, la gracia y cómo negarlo, la vituperación hacia la religión.

Infancia y primeros años

Es la primogénita de una familia gitana y macumbera (en su composición son de relevancia los uruguayos, italianos, etcétera) del barrio de San Telmo.
La vocación musical de la pequeña Negra empezó a desarrollarse cuando sus padres le regalaron unos toc-toc de goma eva. Un día la llevaron a casa de una señora mayor que tenía unos toc-toc  y la sentaron frente al instrumento: Negra comenzó a tocar la novena sinfonía de Beethoven y convenció a sus padres, y la a señora, de que poseía una predisposición hacia la música.
Nunca la inscribieron en ninguna institución de índole artístico por lo que ella, a la tierna edad de cuatro años, decidió crear la suya. 
Lo demás es historia.
Tarantinas
Camila asistió al Normal 3, en el barrio de San Telmo. Desde los primeros años se escapaba, cual Charly García músico, de las clases para ir a tocar los toc toc que se hallaban en la sala de actos. Allí conoció a Sofía, pianista y vocalista contemporánea, con la que formó lazos insuperables.
En tardes donde lo único que había que hacer era estudiar y contar la cantidad de niños fallecidos tras masacres en colegios latinoamericanos y europeos, el dúo cómico empezó a vislumbrar que era muy cómico.
Así nació, entre yerbas mate y bizcochitos, Tarantinas, grupo del que no hablaré pero tampoco pueden encontrar en la Wikipedia.
La consagración:
La desconocemos. Buscamos con esto llamar la atención de alguien.
Actualidad:
Escribió muchas canciones y no hay ningún episodio mezclado con las drogas del cual haya sido protagonista.
Entrará a estudiar cine y Dios sabrá cuántas otras cosas.

Aclaración innecesaria:

La canción finaliza con unos acordes homenaje al señor místico Devendra Banhart. Pueden encontrar en los enlaces acérrimos de todo tipo, canciones de ese muchacho.



2 comentarios:

Cinegrera dijo...

¿Arte para liberarte o para denigrarte?
Quizá ambas.
Denigrarnos nos puede llevar a la liberación y viceversa.
Muy buena la biografía de Luisa Brown, nadie mejor que vos para narrarla.
Besos y arte.

LJG dijo...

Arte pa liberarte dice Minujin, que sería como lo mismo a denigrarte.
Digamos que llega un pto. en que los cánones tan porteños del arte, dan ganas de echarse un vómito en un florero.